3 dic 2010

EL CLÁSICO MENOS CLÁSICO

Publicado por Omar Santana en 9:47 ,
En la previa todos comentábamos que estábamos ante el gran evento futbolístico de los últimos años en lo que a enfrentamientos de clubs se refiere. El nuevo Real Madrid de José Mourinho venía más fuerte que nunca, líder y con un juego que aplastaba a cualquier rival que se cruzara por su camino. Salvo algunos tropiezos a modo de empate, seguían invictos y parecía que llegaba más igualado que nunca a uno de los que se ha definido como uno de los mejores equipos de la historia, el FC Barcelona de Pep Guardiola. Los blaugranas, sin dejar de apostar por su filosofía no habían terminado de encontrar un sitio cómodo hasta hace pocas jornadas. Equipos como el Hércules o el Copenaghe destaparon sus carencias en España y Europa.

Finalmente, se convirtió en una exhibición de los catalanes, uno de los mayores espectáculos a nivel colectivo que ha dado el fútbol en mucho tiempo. Y es que los vigentes campeones de liga fueron infinitamente superiores a los aspirantes al trono. Éstos parecían marionetas en el rodar del balón culé, se convirtió en un rondo gigante y la confirmación de que estamos ante uno de los grandes equipos que ha dado el fútbol y ante futbolistas superlativos. En CONTEXTO FÚTBOL analizamos las claves del clásico menos clásico.

Analizando el partido a toro pasado, podemos ver como el planteamiento del técnico portugués había sido totalmente erróneo en casi todos los aspectos. Cuando todos esperábamos un equipo con mucho pressing a la salida del balón blaugrana pudimos ver un equipo roto, sin una consigna clara y deambulando sobre el campo, corriendo tras el balón ante la gran capacidad combinativa del rival. Fue el primer punto diferencial del partido. El equipo de la capital española adelantaba líneas, pero como origen contradictorio, no iba a presionar y mantenían la zona. Esto daba en muchos casos a un cúmulo de jugadores en 20-25 metros, sin tener el poder de la pelota y sin intentar nada por tenerlo. El Barça aprovechó esto a la perfección, su salida de balón primero por la derecha, y luego por la izquierda con el intercambio de Piqué con Puyol en el centro de la defensa dependiendo de la posición de Cristiano Ronaldo fue exquisita. Mientras Carvalho y Xabi Alonso, se ocupaban de tapar a Messi y Khedira caía siempre sobre Andrés Iniesta dada la superioridad numérica en el mediocampo, Xavi siempre recibía el balón cómodamente. Esto se acentuó aún más con el cambio de Özil por Lass en la segunda parte, que aún daba más libertades a Sergio Busquets y la salida de la pelota aún era más limpia si cabe. Así el de Badía se liberó y mejoró bastante en ambas transiciones al no estar condicionado por la presencia de Özil.

De inicio, también sorprendió la posición de Di María. Aunque ya lo apuntábamos en la previa en CONTEXTO FÚTBOL, el argentino podría colocarse en la izquierda en lugar de en la derecha, como venía haciéndolo desde un principio. Con esto queremos pensar que Mourinho buscaba aprovechar siempre la espalda de Alves en las subidas del brasileño, y potenciar ambas bandas dado que el peso ofensivo del Real Madrid a lo largo de toda la temporada ha sido esa banda izquierda con la conexión Marcelo – Alonso – Ronaldo. Todo salió al revés de lo que se proponía y Di María se preocupó más de tapar a Alves que de buscar la ofensiva, esto lo convirtió durante muchos minutos en lateral izquierdo, dibujando una línea de cinco en defensa junto a Ramos, Pepe, Carvalho y un Marcelo condicionado por el incansable Pedro, que le ganó la partida en cada acción. Con esto el Real Madrid perdía una banda y era Benzema quien se ocupaba de caer a ella, dejando así la parcela ofensiva sin un referente a la hora de tirar un desmarque, arrastrar a la defensa o mantener el balón.

A pesar de las muchas críticas que ha habido al francés a posteriori del clásico, bajo mi juicio fue uno de lo poco rescatable de este Real Madrid. El único que propuso algo de fútbol, dar dos pases seguidos, tirar una pared, buscar la espalda de la defensa o hacer un desmarque. Si bien no fue como se esperaba a la presión, tampoco era el planteamiento de Mourinho ese, según pudimos ver durante todo el encuentro. Lanzo desde aquí un apoyo para el francés.

Por otro lado me gustaría destacar también el partido de otro francés en el otro bando: Eric Abidal. Su labor no resaltó tanto como otros de sus compañeros, pero es que su partido fue de libro. Seguro en la parcela defensiva conteniendo siempre los ataques tanto de Ronaldo como de Di María, se prodigó en ataque mucho más que otras veces haciendo siempre lo correcto. El desdoble a Villa en muchas ocasiones fue fundamental para que el asturiano batiera la línea de presión y bien buscara el pase o la portería. Además de esto, siempre busco una pared y el juego sencillo, sin complicaciones y si ya Ramos tenía muchísimas dificultades con el 2x1 Villa-Iniesta, cuando el francés se incorporaba terminaba de romper el sistema defensivo.

De igual modo, estuvimos ante una nueva exhibición de Lionel Messi. Del que he tenido que soportar oír algunas críticas de diferentes medios comentando que no jugó un gran partido. Para mí el argentino ha jugado uno de los mejores partidos desde que comenzó en la primera plantilla del FC Barcelona. Entraría dentro de su TOP5 de partidos, junto a otros como la final de Roma, el póker ante el Arsenal, etc. A pesar de no marcar -apunto estuvo de abrir el marcador con un sútil disparo que escupió el poste- el argentino fue el mayor exponente del juego del equipo durante todo el partido. Mucha movilidad, apoyo y presión. Fue motivo diferencial del partido, dejó en evidencia a Carvalho y dio mucho fútbol. Todos los ojos estaban puestos en su enfrentamiento particular con Cristiano Ronaldo, y a este, le ganó por goleada. El portugués volvió a desaparecer de un partido grande. Aunque no se le puede reprochar su actitud y su casta, dejó mucho que desear con el balón y sus movimientos. Apático, sin encontrar su sitio y sobretodo desesperado. Nunca llevó peligro a la portería del FC Barcelona salvo en una jugada a balón parado que se fue al lado del poste y nunca pudo con el sistema defensivo blaugrana.

Creo que aún no somos conscientes de lo que hemos visto en el Camp Nou ni de lo grande que ha sido. Dentro de unos años, cuando echemos la vista atrás, se le dará realmente la dimensión futbolística que merece.

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